operaciones. Cada una de ellas necesita unos requisitos, tanto material como humano. Es de vital
importancia el que conozcamos todas estas posiciones, con el objetivo de acomodar adecuadamente al
enfermo y sobre todo, para prevenir posibles complicaciones por una mala técnica.
Supina: Es la más utilizada. Sus indicaciones principales son: Cirugía abdominal, vascular, en cara, en
cuello
Litotómia o ginecológica: Se utiliza en cirugía perianal, rectal, vaginal y urológica. En ella se sitúa al
enfermo en decúbito supino con las extremidades inferiores flexionadas y elevadas
Trendelembrug: En esta posición el enfermo en decúbito supino se inclina en la mesa, de forma que la
cabeza esté más baja que el tronco, suele ser una inclinación de 45º
Prona: Es la posición quirúrgica más problemática, tanto por su difícil colocación como por los efectos fisiológicos que conlleva, de hecho, algunos la califican como la posición menos fisiológica que existe, sin
olvidar el manejo imposible de las vías respiratorias para el anestesista. Las intervenciones principales en esta posición se realizan sobre el recto y columna vertebral.
Kraske: Es la posición también conocida como “de navaja sevillana” y es una modificación de la prona.
La mesa se quiebra a nivel de la cadera en un ángulo variable (moderado a severo), dependiendo de las necesidades quirúrgicas. Las indicaciones principales son intervenciones rectales (por ejemplo hemorroides) y coxígeas
http://med.unne.edu.ar/enfermeria/catedras/adulto/clases/005.pdf
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